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Y tú, ¿Qué tal comes?

Una misma dieta puede tener efectos diferentes en la salud de cada personaNo cabe la menor duda de que el interés por llevar una alimentación “sana y equilibrada” evoluciona exponencialmente. Muestra de ello es el éxito de publicaciones como ALIMENTE. Este interés es normal y deseable, es un signo de progreso y bienestar de la sociedad. Desde hace muchos años, una gran parte de la población ya no se preocupa por comer para ingerir calorías, su interés es por comer sano y rico.

Lamentablemente no toda la población despierta este interés a la vista de los índices de sobrepeso y obesidad en nuestro País. O quizás sí hay interés, pero no es tan sencillo lograr llevar esa alimentación sana y equilibrada. Horarios laborales, vida sobrecargada de tareas y objetivos, falta de tiempo para cocinar, platos precocinados, comida basura sabrosa, alimentos altamente procesados y, por qué no decirlo, comodidad…, son múltiples los motivos. En mayor o menor medida casi todos nos vemos reflejados.

Parece ser que la dieta mediterránea y la dieta DASH son las que acumulan más medallas en el campeonato de evidencias científicas de lo que es comer sano y equilibrado. Frutas, verduras y cereales integrales son el trío ganador. Ya sabemos que la dieta mediterránea es rica en verduras, frutos secos, frutas, leguminosa, aceite de oliva, pescado… La dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), algo así como “aproximación nutricional para frenar la hipertensión”, es la dieta propuesta por los NIH (National Institutes of Health), Institutos Nacionales de la Salud de los EEUU, para bajar la tensión arterial y mantener la salud. A efectos prácticos la dieta DASH es casi idéntica a la dieta mediterránea. La primera tiene mayor presencia de lácteos desnatados y enfatiza en la limitación del consumo de sal y la segunda incorpora un consumo moderado de alcohol.

Una misma dieta puede tener efectos diferentes en la salud de cada persona

A los americanos les gusta mucho los concursos y competiciones y, cómo no, tienen un ranking de las mejores dietas elaborado por el portal “U.S. News World Report”, avalado por la Universidad de Harvard, en el que una vez más la dieta mediterránea y la dieta DASH vuelven a estar a la cabeza en 2018, de entre 40 tipos de dietas diferentes (1). No sólo son las más saludables, también son las más fáciles de cumplir a largo plazo.

Todos los días, procuramos acercarnos lo más posible a la dieta mediterránea (la nuestra) escogiendo un buen desayuno (pan integral con aceite de oliva virgen primera prensión en frío y tomate), tomar algo a media mañana (unas nueces), no abusar del pan en la comida, evitar los postres, tomar una fruta en la merienda y cenar ligero. Unos días lo hacemos mejor y otros no tanto. A todos mis pacientes les pregunto sobre sus hábitos nutricionales y casi todos consideran que los suyos son buenos, independientemente de si están o no en sobrepeso (es lo primero que yo puedo objetivar a simple vista). Como mucha fruta, me encanta la quinoa, hago dieta FODMAP, yo soy vegano, yo hago dieta paleo, yo mediterránea, me hago unos batidos de frutas y verduras estupendos… ¿y qué?

Una misma dieta puede tener efectos diferentes en la salud de cada persona

 

La cuestión está en cómo podemos saber si realmente esos hábitos nutricionales son adecuados para cada uno.

En el ámbito clínico puedo hacer una encuesta nutricional de un día, o mejor aún de una semana. Apunto todo lo que hemos ingerido, lo introduzco en un programa de ordenador y me da una estimación de qué tal es nuestra dieta en cuanto a aporte calórico, macro y micronutrientes.

Ahora bien, en mi experiencia, las encuestas nutricionales no son más que eso, encuestas y por tanto están sesgadas por la valoración subjetiva de las cantidades de alimento que consumimos, la calidad y densidad nutricional de éstos, la posibilidad de introducir en el programa todo tipo de alimentos, preparaciones, guisos, etc.

Además, cada uno tiene su genética, su predisposición personal a padecer una u otra enfermedad y por tanto una misma dieta puede tener efectos diferentes en la salud de cada persona (esto es lo que se conoce como nutrigenética). Lo que es bueno para uno, no necesariamente es bueno para otro…

Así que, como en otras muchas circunstancias de la vida, vayamos al resultado. Es decir, midamos aquellos biomarcadores de nuestro estado de salud que nos informan de que tal estamos comiendo. Podemos…

  • estudiar mucho, pero si el resultado del examen es un 3 sobre 10, mal asunto
  • trabajar mucho, pero si nuestra recompensa salarial no es satisfactoria, mal asunto.
  • gestionar nuestra empresa de maravilla, pero si no da beneficios, mal asunto. Podemos comer de libro (o al menos creemos eso), pero si nuestros biomarcadores de salud vinculados a la nutrición no están bien, mal asunto.

¿Y qué es lo que mido a mis pacientes?

Pues básicamente dos grupos de biomarcadores; los antropométricos y los analíticos. Por supuesto que hay muchos otros signos y síntomas que nos informan del estado nutricional, pero vamos a centrarnos en estos dos.

Los antropométricos son los relativos a la medición de nuestro cuerpo; desde los más sencillos como el peso, el índice de masa corporal o el perímetro de cintura hasta los más sofisticados como el peso magro, el peso graso o el tejido adiposo visceral. Todos ellos guardan una estrecha relación con nuestro estatus nutricional y salud. ¿Realmente comes bien si tu porcentaje de grasa es del 30% aunque tu peso sea normal? (a esto se le llama “fofisano” o TOFI -Thing Outside, Fat Inside-). ¿Realmente comes bien si tu masa muscular y fuerza es escasa? ¿Realmente comes mal si tus datos antropométricos son perfectos? Para saber la respuesta miremos a los biomarcadores analíticos.

Los biomarcadores analíticos son los relativos a la cuantificación de distintas moléculas en nuestro organismo, desde los sencillos como la glucosa, el colesterol o los glóbulos rojos, hasta los que son algo más sofisticados como la hemoglobina glicosilada, la vitamina D, el índice omega 3 (cuantifica el nivel de ácidos grasos omega 3 en nuestro organismo) o la homocisteína (biomarcador de riesgo cardiovascular y otros, vinculado a las vitaminas del grupo B). ¿Realmente necesitas comer tanta fruta si tu hemoglobina glicosilada está en el 5,9%? ¿Realmente comes suficiente pescado azul si tu índice omega 3 está en el 4,2%?

Conocemos los valores de excelencia (no me refiero a los de referencia) de muchos de estos biomarcadores. Ya sea con la dieta, el ejercicio o la suplementación nutricional, el objetivo es colocarlos en sus valores de excelencia, el objetivo es el resultado.

Así que, si de verdad quieres saber qué tal comes, mídete.

“Lo que no se mide, no es susceptible de mejora”.

Dr Ángel Durántez

Dr Ángel Durántez

El Dr. Ángel Durántez Prados (1963) es el médico pionero en España de la Medicina Preventiva Proactiva y la Age Management Medicine −Medicina para el Envejecimiento Saludable− o más recientemente conocida como Medicina de la Longevidad Saludable.

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid con la calificación de sobresaliente (1987). Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte (1990). Doctor en Medicina y Cirugía “Cum Laude” por la universidad Autónoma de Madrid (1997). Titulado en Age Management Medicine en Estados Unidos por la CERF (Cenegenics Education and Research Foundation) con 60 créditos AMA (2011). Asistente y ponente invitado en más de 600 jornadas, cursos, congresos y simposios relacionados con sus especialidades. Ha escrito más de 1000 artículos divulgativos y atendido centenas de entrevistas en todo tipo de medios de comunicación. Autor del libro “Joven a los 100, todas las claves para vivir más y mejor” de la Editorial La Esfera de los Libros y de la guía “Jóvenes con Canas” editada por la Fundación Maphre. Además, fue convocado en 2019 para escribir un capítulo del libro “40 años de Constitución, 40 años de Sanidad. Testimonios de sus protagonistas. 1978–2018”, junto con varios ministros y consejeros de sanidad, gestores sanitarios, relevantes investigadores y médicos clínicos.

Ejerce la medicina desde 1988 en el ámbito privado como médico de centros, equipos, federaciones deportivas y como médico de numerosos deportistas de todos los niveles y categorías, desde el deporte salud a deportistas olímpicos. Su carácter emprendedor e innovador le llevó a interesarse por las últimas tendencias en la Medicina Preventiva Proactiva en la que su experiencia en las ciencias del deporte y la actividad física constituye un valor indudable. A partir de 2005 promueve y desarrolla varios proyectos empresariales relacionados con el Medical Fitness −Ejercicio Terapéutico− (socio fundador y director médico del primer gimnasio clínico en España SPE, 2005-2012) y la Medicina para el Envejecimiento Saludable (socio fundador y director médico de la Clínica SPEsalud en El Corte Inglés Castellana de Madrid 2011-2013 y de la Clínica Neolife, 2013-2017). 

En 2017 traslada su actividad profesional a las instalaciones de la prestigiosa Clínica Ruber Internacional en el Paseo de la Habana de Madrid, operando bajo el nombre comercial de Clínica Dr. Durántez, donde atiende a sus pacientes aplicando de manera integrativa los últimos avances de la medicina de las “Ps”; Preventiva, Proactiva, Participativa, Predictiva, Personalizada y Placentera. Es médico de numerosas personalidades del mundo de la empresa, las finanzas, la política, el arte, el espectáculo, los medios de comunicación y el deporte. 

En 2024, la Clínica Dr. Durántez es participada por el vehículo inversor Longevity Ecosystem, con el objetivo de crecer en instalaciones, equipo, servicios y prestaciones. Como consecuencia de ello en marzo de 2025 se inaugura la Clínica Neleva de 700 metros cuadrados en la Calle Claudio Coello de Madrid, una de las 10 mejores clínicas a nivel mundial de Longevidad Saludable, donde se continúa y amplia la actividad asistencial previa.

EL Dr. Durántez es vocal de la SEMAL (Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad), ha sido el presidente del comité organizador del XIX Congreso Internacional de esta sociedad en 2021 y ha participado como miembro del de este comité en la organización de todos los congresos posteriores. Es miembro de SEMED (Sociedad Española de Medicina del Deporte). Ha sido nombrado en la lista Forbes 2018, 2019 y 2020 de los 100 mejores médicos de España. Fue consejero científico del Ilustrísimo Colegio Oficial de Médicos de Madrid en su especialidad y del Foro Ganasalud de la Dirección General de Deportes de la Comunidad de Madrid.

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