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Leche, ¿sí o no? Más allá de la lactosa

Cuando se habla de los problemas potenciales de la leche, el debate suele quedarse en la lactosa. Sin embargo, algunos investigadores están más interesados en su fracción proteica.Pocos alimentos despiertan debates tan apasionados como la leche. De alimento imprescindible por su aporte de calcio a veneno blanco que no deberíamos consumir. Fuera de posiciones extremas, lo cierto es que hay puntos tanto a favor como en contra de su consumo. Vamos a revisar algunos de ellos. Artículo publicado en la revista Alimente el 29/11/2018.

Los lácteos son sin lugar a dudas unos de los alimentos más consumidos en los países occidentales. En España se alcanzó en 2017 4.937.444 toneladas de productos lácteos, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Esta cifra muestra sin embargo un descenso importante desde el año 2010, donde el consumo se situó en 5.245.971 toneladas. El consumo per cápita de leche líquida alcanzó cerca de 70kg en el año 2017. Se estima que la facturación total de estos productos supera anualmente los 2.000 millones de euros en nuestro país.

Por otro lado, sin embargo, la oferta de derivados alternativos a la leche ha ido creciendo, en forma de bebidas vegetales de todo tipo: Arroz, avena, almendras, soja o coco, como las más populares. Y por supuesto, los productos sin lactosa, cuyo consumo ha aumentado en los últimos años, además de los clásicos desnatados o semidesnatados. Todo ello, fruto de una preocupación de algunos sectores de la población por el efecto de la leche en la salud.

Aporte nutricional.

No cabe duda de que la leche es un alimento cuyo aporte nutricional contribuye a alcanzar la ingesta recomendada de algunos nutrientes. Se estima que los lácteos aportan cerca del 47% de la ingesta de calcio, un 42% de retinol (vitamina A) y el 65% de vitamina D en la dieta. También es fuente importante de vitaminas como la B1, B2, y B12.

Cabe señalar que, a pesar de la preocupación por las grasas de la leche, la diferencia en contenido graso es de tan solo entre un 3,5% al 5% en la entera, al 1,5 – 1,8% en la semidesnatada (la más consumida en España) o menos del 0,5% en la desnatada. Teniendo en cuenta el volumen de leche consumido a diario, no parece que deba ser algo que nos preocupe en exceso. Además, los estudios epidemiológicos no han demostrado grandes diferencias en función del contenido graso de la leche.

¿Qué hay de las críticas a la leche?

. La leche es un fluido biológico que tiene entre otros objetivos el facilitar el crecimiento rápido de los mamíferos tras su nacimiento.Uno de los aspectos negativos más conocidos del consumo de lácteos es la posible intolerancia a la lactosa. Este azúcar que contiene la leche de los mamíferos está formado por la unión de glucosa y galactosa. En el organismo disponemos de una enzima llamada lactasa que rompe esa unión, para así poder digerirlo y absorberlo. La intolerancia a la lactosa surge de que, debido a su genética, algunas personas pierden la capacidad de producir lactasa en la edad adulta. En España, entre un 30 y un 50% de la población adulta es intolerante a la lactosa. Esta intolerancia también puede ser secundaria y venir acompañada a algunas alteraciones intestinales como el sobrecrecimiento bacteriano. La intolerancia a la lactosa se acompaña de síntomas como son dolor abdominal, flatulencia, diarrea, meteorismo, náuseas y vómitos al ingerir leche o sus derivados.

No obstante, la solución es sencilla. Los intolerantes a la lactosa suelen tolerar cantidades reducidas de este azúcar, entre 12 a 15 gramos sin síntomas, más aún si esta ingesta se reparte en pequeñas dosis a lo largo del día. Basta por tanto con consumir leche sin lactosa, o bien fermentados como el queso (semicurado o curado) o los yogures, ya que en el proceso de fermentación se reduce en más de un 50% el contenido en lactosa.

Más allá de la lactosa.

Cuando se habla de los problemas potenciales de la leche, el debate suele quedarse en la lactosa. Sin embargo, algunos investigadores están más interesados en su fracción proteica. La leche es un fluido biológico que tiene entre otros objetivos el facilitar el crecimiento rápido de los mamíferos tras su nacimiento. Contiene, por tanto, no solo nutrientes, sino todo un complejo sistema de señalización que activa las vías metabólicas del recién nacido para acelerar procesos como la proliferación celular, necesaria para el crecimiento de los tejidos.

Pocos alimentos despiertan debates tan apasionados como la leche. De alimento imprescindible por su aporte de calcio a veneno blanco que no deberíamos consumir.

Si bien esto puede ser muy beneficioso para el lactante, puede no serlo tanto para el adulto. Sabemos por ejemplo que los aminoácidos ramificados que contiene la leche en buena cantidad y disponibilidad (leucina, isoleucina y valina) son capaces de activar una ruta llamada mTOR, que se relaciona con la proliferación celular y el crecimiento de los tejidos. Por este motivo, es tan efectivo y consumido el suero de leche entre los deportistas de fuerza, para ganar masa muscular.  También parece aumentar los niveles de algunos factores como la hormona de crecimiento o el factor de crecimiento insulínico,  «High intakes of skimmed milk, but nor mear, increase serum IGF-I and IGFBP-3 in eight-year-old boys», EJCN, 31/03/2004.

El efecto anabolizante de la leche, preocupa a algunos investigadores.

Además, unos complejos llamados exosomas en la leche, son capaces de transportar hasta las células unos fragmentos de ARN llamados microARN, capaces de regular (encendiendo o apagando) procesos tan importantes como la metilación del ADN (uno de sus sistemas de regulación) o incluso al llamado “guardian del genoma”, el complejo p53, «MicroRNAs: Milk’s epigenetic regulators», NCBI 2017.

Algunos investigadores como Bodo Melnik de la Universidad de Osnabrück, en Alemania, han establecido una relación entre esta gran capacidad anabólica y de regulación epigenética de la leche, y el riesgo de algunas enfermedades como diabetes, obesidad, acné, o algunos tipos de cáncer como el de próstata. Se ha visto además que la fermentación es capaz de degradar los exosomas de la leche, lo que podría tener relación con el hecho de que, en estudios epidemiológicos, por lo general los lácteos fermentados como el yogur se asocian a mejores resultados de salud que los no fermentados como la leche.

¿Y si no tomo leche?

En el caso de que se decida no tomar leche, se puede sustituir su aporte nutricional con otros alimentos. En concreto:

  • Calcio: pescado pequeño (anchoa, sardina, boquerón) consumido con espinas, brócoli, almendras, verdura de hoja verde.
  • Vitamina D: exposición segura al sol, pescado azul, setas, huevos.
  • Vitamina A: zanahoria, batata, albaricoques, legumbres, verdura de hoja verde, hígado.

La polémica, por tanto, está servida. En próximos años la ciencia irá desvelando más secretos sobre esta relación entre leche y salud: ¿líquido maravilloso o veneno blanco?

 

Dr Ángel Durántez

Dr Ángel Durántez

El Dr. Ángel Durántez Prados (1963) es el médico pionero en España de la Medicina Preventiva Proactiva y la Age Management Medicine −Medicina para el Envejecimiento Saludable− o más recientemente conocida como Medicina de la Longevidad Saludable.

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid con la calificación de sobresaliente (1987). Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte (1990). Doctor en Medicina y Cirugía “Cum Laude” por la universidad Autónoma de Madrid (1997). Titulado en Age Management Medicine en Estados Unidos por la CERF (Cenegenics Education and Research Foundation) con 60 créditos AMA (2011). Asistente y ponente invitado en más de 600 jornadas, cursos, congresos y simposios relacionados con sus especialidades. Ha escrito más de 1000 artículos divulgativos y atendido centenas de entrevistas en todo tipo de medios de comunicación. Autor del libro “Joven a los 100, todas las claves para vivir más y mejor” de la Editorial La Esfera de los Libros y de la guía “Jóvenes con Canas” editada por la Fundación Maphre. Además, fue convocado en 2019 para escribir un capítulo del libro “40 años de Constitución, 40 años de Sanidad. Testimonios de sus protagonistas. 1978–2018”, junto con varios ministros y consejeros de sanidad, gestores sanitarios, relevantes investigadores y médicos clínicos.

Ejerce la medicina desde 1988 en el ámbito privado como médico de centros, equipos, federaciones deportivas y como médico de numerosos deportistas de todos los niveles y categorías, desde el deporte salud a deportistas olímpicos. Su carácter emprendedor e innovador le llevó a interesarse por las últimas tendencias en la Medicina Preventiva Proactiva en la que su experiencia en las ciencias del deporte y la actividad física constituye un valor indudable. A partir de 2005 promueve y desarrolla varios proyectos empresariales relacionados con el Medical Fitness −Ejercicio Terapéutico− (socio fundador y director médico del primer gimnasio clínico en España SPE, 2005-2012) y la Medicina para el Envejecimiento Saludable (socio fundador y director médico de la Clínica SPEsalud en El Corte Inglés Castellana de Madrid 2011-2013 y de la Clínica Neolife, 2013-2017). 

En 2017 traslada su actividad profesional a las instalaciones de la prestigiosa Clínica Ruber Internacional en el Paseo de la Habana de Madrid, operando bajo el nombre comercial de Clínica Dr. Durántez, donde atiende a sus pacientes aplicando de manera integrativa los últimos avances de la medicina de las “Ps”; Preventiva, Proactiva, Participativa, Predictiva, Personalizada y Placentera. Es médico de numerosas personalidades del mundo de la empresa, las finanzas, la política, el arte, el espectáculo, los medios de comunicación y el deporte. 

En 2024, la Clínica Dr. Durántez es participada por el vehículo inversor Longevity Ecosystem, con el objetivo de crecer en instalaciones, equipo, servicios y prestaciones. Como consecuencia de ello en marzo de 2025 se inaugura la Clínica Neleva de 700 metros cuadrados en la Calle Claudio Coello de Madrid, una de las 10 mejores clínicas a nivel mundial de Longevidad Saludable, donde se continúa y amplia la actividad asistencial previa.

EL Dr. Durántez es vocal de la SEMAL (Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad), ha sido el presidente del comité organizador del XIX Congreso Internacional de esta sociedad en 2021 y ha participado como miembro del de este comité en la organización de todos los congresos posteriores. Es miembro de SEMED (Sociedad Española de Medicina del Deporte). Ha sido nombrado en la lista Forbes 2018, 2019 y 2020 de los 100 mejores médicos de España. Fue consejero científico del Ilustrísimo Colegio Oficial de Médicos de Madrid en su especialidad y del Foro Ganasalud de la Dirección General de Deportes de la Comunidad de Madrid.

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