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¿Cuándo empezamos a envejecer?

Cuando empezamos a envejecerEl paso de los años se nota, en algunos más que en otros. Pero aparte de lo que las apariencias puedan mostrar, hay otras facetas del envejecimiento unas más objetivas y otras, subjetivas. Sentirse joven, o ser verdaderamente joven para nuestra edad, son cuestiones diferentes. La pregunta del millón es cuando realmente empezamos a envejecer. Artículo publicado en la revista Alimente el 10/05/2021.

El arte de envejecer es el arte de conservar alguna esperanza. Este dicho popular podría resumir la experiencia cercana de amigos o familiares que, a una edad avanzada, tenían una misión vital: el cuidado de algún familiar enfermo, una vocación laboral o social, su pareja, en definitiva, algo que les mantenía vivos. Y de cómo, cuando esa ancla que les unía a la vida desaparece, se despedían de nosotros en poco tiempo.  Lo cierto es que la actitud vital puede ser importante de cara a envejecer con salud. Si nos limitamos únicamente a medir la edad cronológica o la biológica, podemos perder parte de la perspectiva. Porque ¿de qué nos sirve estar fuertes como un roble, si no tenemos ganas de vivir?

Las edades de la vida.

Así, nos encontramos con la edad percibida (es la que uno siente como propia y con la que se identifica) la edad psicológica (la que te sitúa psicológicamente en un grupo etario, por ejemplo el típico adulto inmaduro con síndrome de Peter Pan o el joven viejo de actitud) la edad aparente (la que perciben los que están a tu alrededor, por tu apariencia o actitud) o la edad social (definida por la del entorno en el que te desenvuelves, y que a veces es mayor o menor que la propia).

Todas estas “edades” pueden afectar a cuan jóvenes o viejos nos sentimos o nos perciben los demás. Pero no podemos tampoco olvidar la edad biológica, o más bien las edades biológicas puesto que no existe una única. Cada órgano o sistema, incluso cada tejido puede envejecer a diferente velocidad; así hablamos de la edad biológica pulmonar que se puede determinar con algoritmos a partir de una espirometría; de la edad biológica de la piel que se puede determinar con una prueba de elasticidad de la piel; de la edad biológica arterial que se puede determinar mediante la medición de la velocidad de la onda de pulso aórtico (velocidad a la que va la sangre en la sístole por la aorta).

También existen la edad neurológica que se puede determinar mediante un test neurocognitivo; la edad inmunológica que se puede determinar mediante el recuento y función de las células del sistema inmune; o la edad biológica celular determinada a partir de la longitud mediana de los telómeros o mejor aún mediante la longitud de los telómeros más cortos de cada célula.

El último grito en cuanto a medición de la edad biológica, son los nuevos desarrollados a la luz de estudios epigenéticos como los de Horvath, que analizan la metilación del ADN. Este parámetro, relacionado con nuestro estilo de vida, se correlaciona con el envejecimiento epigenético (arrugas en la piel, pérdida de fuerza y de agilidad o presencia de enfermedades). Ya hablábamos en este espacio de uno de ellos especialmente, GrimAge, que está mostrando resultados muy prometedores en la predicción del riesgo de enfermedades asociadas al envejecimiento, «Epigenética, los relojes de la vida«, Gente Sana, marzo 2021.

¿Cuándo envejecemos?

Pero realmente ¿cuándo empezamos a envejecer? La Organización Mundial de la Salud define una serie de etapas de la vida o franjas de edad de referencia. Así, la frontera entre la edad adulta y la tercera edad se sitúa a partir de los 60 años. Ahora incluso se habla de la cuarta edad, dado el envejecimiento de la población y la prolongación de la esperanza de vida, además del progresivo retraso en la edad de jubilación en algunos países, por encima de los clásicos 65 años.

Pero estas franjas de edad no nos cuentan toda la película. Así, tenemos los DALYS o años de vida ajustados por discapacidad, un parámetro cada vez más tenido en cuenta como medida del estado de salud de una población, más allá de su esperanza de vida media. O de la vida libre de enfermedad, un término que no está del todo definido, pero que se sitúa alrededor de los 40 años, momento en el que comienza a dispararse la incidencia de las enfermedades asociadas al envejecimiento.

En este espacio nos gusta hacer cuando es oportuno, un guiño a la evolución. Esta edad libre de enfermedad de unos 40 años sería aquella a la que ya habríamos cumplido buena parte de nuestro ciclo vital: nacer, crecer y reproducirnos. Teóricamente, nuestra vida debería acabar pronto tras esta etapa cuando ya nuestros hijos son independientes, sobre todo en un entorno tradicional donde éramos padres a una edad temprana. Y así sucede por ejemplo con nuestros parientes más próximos, los chimpancés, que rara vez viven más allá de la cuarta década.

La hipótesis de las abuelas explicaría nuestra longevidad cumplida la función reproductora y paterna. Consiste en que la función social de las abuelas al cuidado de los nietos, especialmente en su alimentación, trajo como consecuencia una prolongación en la esperanza de vida del ser humano que algunos estudios cifran en hasta 49 años, «Increased longevity evolves from grandmothering«, The Royal Society, octubre 2012.

El hecho se explica porque al ayudar las abuelas a alimentar a los nietos después del destete, procesando de forma sencilla los primeros alimentos sólidos del niño, las madres pueden engendrar más hijos en intervalos más cortos del tiempo. Esto hizo que los genes de las abuelas que vivían más tiempo y cuidaban más a la prole, fueran propagándose.

Más allá de este hecho, todos percibimos que el envejecimiento se acelera cerca de esa temida crisis de los 40, y puede afectar de forma desigual a diferentes sistemas: reproductivo, capacidad física (tanto muscular como aeróbica), capacidad intelectual, etc. Algo que a veces podemos compensar con nuestra experiencia acumulada, y que algunos movimientos quieren poner en valor, con la llamada “generación de las canas” o generación senior.

El inicio real del envejecimiento.

Más allá del que podríamos denominar envejecimiento percibido, y que afecta a nuestra calidad de vida, lo cierto es que, a nivel molecular, envejecemos casi desde nuestra concepción. En un trabajo reciente, Gladyshev define en la prestigiosa revista Cell lo que denomina el “punto cero” del envejecimiento, «The Ground Zero of Organismal Life and Aging» Trends in Molecular Medicine, septiembre 2020.

Las observaciones en embriones muestran que tras la concepción se produce un rejuvenecimiento celular. Es sorprendente ver como en esta etapa se alargan los telómeros o se eliminan las marcas epigenéticas, en las que se basan relojes biológicos como GrimAge. Alcanzado el punto cero, que el autor define como el inicio de la vida del organismo, comienza el envejecimiento.

No es de extrañar dado que la programación fetal relacionada con nuestros hábitos es un hecho que puede afectar a nuestra salud en la vida adulta, como se observó tras episodios como la hambruna holandesa durante la segunda guerra mundial, «¿Está nuestra salud predeterminada?«, Gente Sana, diciembre 2020.

En cualquier caso, y más allá de mecanismos moleculares y biológicos, para poder envejecer con más años y más vida hay que hacerlo también disfrutando. Algunos estudios han encontrado una curva en forma de “U” para la felicidad; lo somos más de niños, y de ancianos. Y por ello la edad psicológica y la autopercibida, son muy relevantes. Una actitud positiva y vitalista es clave. Así que aprovechemos cada momento. De nosotros depende.

Clínica Dr. Durántez para un envejecimiento saludable

Dr Ángel Durántez

Dr Ángel Durántez

El Dr. Ángel Durántez Prados (1963) es el médico pionero en España de la Medicina Preventiva Proactiva y la Age Management Medicine −Medicina para el Envejecimiento Saludable− o más recientemente conocida como Medicina de la Longevidad Saludable.

Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid con la calificación de sobresaliente (1987). Especialista en Medicina de la Educación Física y el Deporte (1990). Doctor en Medicina y Cirugía “Cum Laude” por la universidad Autónoma de Madrid (1997). Titulado en Age Management Medicine en Estados Unidos por la CERF (Cenegenics Education and Research Foundation) con 60 créditos AMA (2011). Asistente y ponente invitado en más de 600 jornadas, cursos, congresos y simposios relacionados con sus especialidades. Ha escrito más de 1000 artículos divulgativos y atendido centenas de entrevistas en todo tipo de medios de comunicación. Autor del libro “Joven a los 100, todas las claves para vivir más y mejor” de la Editorial La Esfera de los Libros y de la guía “Jóvenes con Canas” editada por la Fundación Maphre. Además, fue convocado en 2019 para escribir un capítulo del libro “40 años de Constitución, 40 años de Sanidad. Testimonios de sus protagonistas. 1978–2018”, junto con varios ministros y consejeros de sanidad, gestores sanitarios, relevantes investigadores y médicos clínicos.

Ejerce la medicina desde 1988 en el ámbito privado como médico de centros, equipos, federaciones deportivas y como médico de numerosos deportistas de todos los niveles y categorías, desde el deporte salud a deportistas olímpicos. Su carácter emprendedor e innovador le llevó a interesarse por las últimas tendencias en la Medicina Preventiva Proactiva en la que su experiencia en las ciencias del deporte y la actividad física constituye un valor indudable. A partir de 2005 promueve y desarrolla varios proyectos empresariales relacionados con el Medical Fitness −Ejercicio Terapéutico− (socio fundador y director médico del primer gimnasio clínico en España SPE, 2005-2012) y la Medicina para el Envejecimiento Saludable (socio fundador y director médico de la Clínica SPEsalud en El Corte Inglés Castellana de Madrid 2011-2013 y de la Clínica Neolife, 2013-2017). 

En 2017 traslada su actividad profesional a las instalaciones de la prestigiosa Clínica Ruber Internacional en el Paseo de la Habana de Madrid, operando bajo el nombre comercial de Clínica Dr. Durántez, donde atiende a sus pacientes aplicando de manera integrativa los últimos avances de la medicina de las “Ps”; Preventiva, Proactiva, Participativa, Predictiva, Personalizada y Placentera. Es médico de numerosas personalidades del mundo de la empresa, las finanzas, la política, el arte, el espectáculo, los medios de comunicación y el deporte. 

En 2024, la Clínica Dr. Durántez es participada por el vehículo inversor Longevity Ecosystem, con el objetivo de crecer en instalaciones, equipo, servicios y prestaciones. Como consecuencia de ello en marzo de 2025 se inaugura la Clínica Neleva de 700 metros cuadrados en la Calle Claudio Coello de Madrid, una de las 10 mejores clínicas a nivel mundial de Longevidad Saludable, donde se continúa y amplia la actividad asistencial previa.

EL Dr. Durántez es vocal de la SEMAL (Sociedad Española de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad), ha sido el presidente del comité organizador del XIX Congreso Internacional de esta sociedad en 2021 y ha participado como miembro del de este comité en la organización de todos los congresos posteriores. Es miembro de SEMED (Sociedad Española de Medicina del Deporte). Ha sido nombrado en la lista Forbes 2018, 2019 y 2020 de los 100 mejores médicos de España. Fue consejero científico del Ilustrísimo Colegio Oficial de Médicos de Madrid en su especialidad y del Foro Ganasalud de la Dirección General de Deportes de la Comunidad de Madrid.

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